martes, 14 de enero de 2014

AGUA SALADA




Dicen que quienes se enamoran de los príncipes
terminan ahogándose con agua salada,
entre tormentas de culpabilidad
y olas de grandes latigazos sobre la espalda.

Hay quienes duermen entre tatuajes y olvido,
hay quien marcha y no regresa;
es la leyenda del herido.

Yo conocí a una mujer
que vestía de un color verde terciopelo,
confundiendo al horizonte
con sus tacones de piedra
preparados para el invierno.

Me coroné los ojos de perlas
aquella tarde, al verla tan vencida
y con la humillación por creer
que de ella se olvidan.

Quiero un reloj como el sol,
¡más grande que un imperio!,
que se cruce en nuestro camino,
que devuelva nuestro tiempo
y nos de otro distinto.

Por su nicho, un  pueblo,
por su espina, una rosa,
por su muerte y su vida, la mía
sin duda alguna la daría.


Un espejo para vestirla 
con mantilla de gitana,
perlas y peladillas, con idioma de caló.
No me importa hablar como gitano
si con ello quito nuestra maldición.

Hay  quienes dicen y comentan
que quien se enamora de un príncipe
termina en agua  salada, o tirada en el mar,
flotando con los peces, que ya no valen nada.

Pero yo no quise ofenderte
con una carta que no firmé.
Te pondría un vestido de novia,
¡me pondría de rodillas y a tus pies!

Te enterraré de flores,
serás la más bonita de la tierra
y la más grande de mis heridas.

Te cantaré con palmas
para que me escuches
desde tu entierro hasta la gloria.


6 comentarios:

  1. haznos un favor, y no dejes la poesía, tienes versos muy potentes, la verdad. volveré a pasarme. te dejo la URL de mi blog por si quieres pasarte y hacerme una critica, es http://alejandrovargassanchez.blogspot.com tb escribo poemas. saludos

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  2. Maravillosa todo un lujo de leer lo que expones +Adelaida López Marcos
    Saludos desde Alicante

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Gracias por vuestra visita a mi blog, espero que mis publicaciones hayan resultado de vuestro interés. Si me lo haces saber, mejor!!!!